Mansion in Benahavis

Escondida entre suaves laderas y el susurro de los pinos, esta villa moderna se siente menos como una casa y más como un refugio moldeado por la luz y la naturaleza. Ubicada en una parcela de 3.082 m², con 1.400 m² construidos, fue concebida como un santuario donde la arquitectura, el paisaje y las vistas al mar conviven en un diálogo sereno. Diseñada por Tobal Arquitectos, la vivienda se despliega en tres niveles, cada uno pensado para invitar al exterior a formar parte del interior, a través de amplios ventanales que enmarcan el bosque y el horizonte brillante.

Al entrar, el espacio se abre a tu alrededor. Las zonas de estar, comedor y cocina fluyen con naturalidad, unidas por la luz y el aire. Los muros de cristal se desvanecen hacia las terrazas, donde una pérgola invita a las mañanas tranquilas y a las tardes sin prisa. Más allá, una piscina de 130 metros se extiende por el jardín, con un borde de agua en espejo de 25 metros que refleja el cielo y los árboles que la rodean. En este mismo nivel, una cocina de servicio, despensa, cámara frigorífica y dos elegantes suites de invitados hacen que la vida cotidiana se sienta fluida—un lujo expresado a través de la atención al detalle, no del exceso.

En la planta superior, el ritmo se suaviza. La suite principal ofrece un refugio íntimo, bañada por la luz de la mañana, con vestidor, baño y una terraza que se abre hacia las copas de los árboles y el mar. Dos suites adicionales completan esta planta, cada una serena y luminosa, conectadas por porches que dejan pasar la brisa marina.

En la planta inferior, el ambiente cambia una vez más. Es un espacio dedicado al bienestar—un lugar para desconectar y restaurar cuerpo y mente. Una sala de cine y juegos para las noches tranquilas, gimnasio para la energía, sauna y baño turco para la relajación, una sala de masajes y otra de yoga para alcanzar la calma total. Cada rincón ha sido diseñado para cuidar los sentidos.

En toda la vivienda, los materiales hablan con suavidad de calidad: piedra pulida, madera cálida, detalles artesanales que envejecen con elegancia. Un sistema inteligente de control climático y de sonido garantiza el confort en cada estancia. Y en todas partes se percibe la misma sensación—vistas panorámicas al mar y al paisaje, un alto nivel de privacidad y seguridad, y una paz profunda que solo puede ofrecer un hogar en armonía con su entorno.

Le resulta interesante?